Pero los maestros sabios, que
enseñaron a muchos a andar por el buen camino, brillarán
para siempre como las estrellas del cielo.
—Daniel 12:3
(Traducción en lenguaje actual, TLA, Soc. Bíblicas 2003)
EL AUDITORIO
del centro conferencial de las Asambleas de Dios en Santo
Domingo, República Dominicana estaba atestado de ministros
de casi cada nación de América. Pastores,
maestros y conferencistas reconocidos internacionalmente se
dedicaban a sus breves conversaciones, intercambiando
anécdotas y programas de sus actividades futuras. Un grupo
de curiosos estudiantes del Instituto Bíblico ocupaban sus
posiciones para observar el evento desde las ventanas.
Los puestos de exhibición de materiales de las editoriales e
instituciones educativas eran ordenados aprovechando la
ocasión para presentar sus productos. Un ambiente
expectante, de amistad y admiración mutua, llenaba con su
bullicio todo el local, aderezado por el calor fraternal de
los hermanos dominicanos quienes se alistaban para el
programa de esa noche veraniega del caribe, en febrero de
2004.
Era una noche especial, de gala.
Dentro del programa de actividades del 5º Encuentro de
Líderes Educacionales organizado por el CRA se rendiría
un homenaje especial a nuestro querido maestro, el bien
llamado “padre de ISUM”, el Rev. David Grams. Promotor
de la educación cristiana, y organizador de incontables
seminarios, nuestro querido maestro estaba sonriente, al
lado de su querida esposa.
Viejos compañeros misioneros separaron el
tiempo en sus agendas para estar allí y celebrar juntos el
acto en honor a don David. Los organizadores
elaboraron una presentación audiovisual de la trayectoria de
este gran siervo de Dios. Sus hijos, Rocky y MonaRé,
presentes también y muy emocionados, añadieron vida a los
recuerdos y a la admiración de todos con sus anécdotas y
palabras de reconocimiento a un padre ejemplar y maestro de
generaciones de ministros.
No podía faltar el mensaje de la noche.
Entregada esta responsabilidad al Hno. Grams, todos se
dispusieron a prestar atención a este maestro que con su
sencillez ha honrado siempre al Maestro de maestros
exponiendo una palabra clara, con la agudeza y amor de aquel
a quien Dios le ha dado este don y ministerio. Su tema
Esclavos por Amor, basado en el texto de Éxodo 21:1-6
fue una magistral exposición llena de gracia, que con las
eficaces ilustraciones acostumbradas, estimularon a todos,
dentro de un mover especial del Espíritu Santo a servir con
la motivación correcta. No era una despedida, pues no
es posible despedirse de un maestro que siempre vivirá en
nuestras notas de sus mensajes y enseñanzas, en sus
cariñosos abrazos y en su sonriente gesto animando a los
servidores del Señor a seguir adelante.
EL RESPLANDOR,
de la promesa de Daniel 12:3 no dejó de alumbrarnos en los
días del 5º Encuentro. Otros dos grandes maestros
serían honrados con un acto especial. En esta ocasión,
en la elegante sala del Hotel Lino, en el centro de Santo
Domingo, se celebraría la clausura de este magno evento.
Todo estaba preparado. Disfrutamos de una
elegante noche en la presencia del Señor, con la
fraternal compañía del selecto grupo de educadores,
directivos de las instituciones participantes, misioneros e
invitados especiales. La editorial Vida, patrocinadora
del Banquete y el CRA, anfitriones del evento, llenaron de
sonrisas a los asistentes con obsequios, reconocimientos y
sorpresas.
Pero la noche de celebración alcanzó uno
de sus momentos elevados, cargados de emoción y mucho amor,
con el significativo agasajo en honor a los esposos Larry y
Dorothy Cederblom, quienes han dedicado la mitad de sus
muchos años de ministerio al Servicio del Señor en la
República Dominicana, y la otra mitad en Panamá.
Antiguos líderes, pastores y educadores, ministros con sus
cabelleras canosas y amigos líderes de la obra nacional en
el presente, llenaron el ambiente de agradables recuerdos.
La presentación en pantalla grande de una exhibición
fotográfica, sobre el tema de inicios del ministerio,
impresionó a quienes nunca habían visto fotos de esa época
juvenil y a los que se vieron involucrados en los humildes,
pero gloriosos comienzos de una obra tan bendecida que a
tantos hombres y mujeres de Dios dominicanos vio nacer y
desarrollarse en el ministerio.
Entre el grupo de invitados especiales,
de manera sorpresiva para todos, recién arribado de Estados
Unidos, vimos llegar al gran salón del Hotel Lino uno
de los cuatro hijos de esta pareja, a quien junto a sus
otros tres hermanos el pueblo dominicano conoció desde
niños, en cada etapa del trabajo misionero local.
El ambiente se llenó emoción con lágrimas mezcladas con
risas de satisfacción y agradecimiento. Damos gracias
a Dios por la oportunidad de bendecir y honrar a nuestros
tan amados Larry y Dorothy, quienes en obediencia a Dios
asentaron las bases del ministerio del Centro de Recursos de
Asesoría y ampliaron las relaciones con los líderes
nacionales por medio de su fructífero ministerio de Talleres
y Conferencias nacionales a favor de los Institutos
Bíblicos. Hoy, los Cederblom continúan brillando, como
asesores del CRA y promoviendo el ministerio del CRA en
Centro, Sudamérica y el Caribe.
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