DIÁLOGO 2017: Nuevo horizonte
para la visión educativa
Jorge Echazábal
La experiencia de esta productiva y,
diríamos, nutritiva convocación del liderazgo educativo
Latinoamericano nos deja una vez más admirados por el cumplimiento
de la frase proverbial que reza: Los planes
fracasan por falta de consejo; muchos consejeros traen éxito
(Pro 15:22). O quizás esta otra: Así que,
no vayas a la guerra sin consejo sabio; la victoria depende de que
tengas muchos consejeros (Pro 24:6).
El Diálogo Educativo 2017 realizado en los salones
del Hotel DoubleTree en el sector bancario de la ciudad capital de Panamá
entre el 7 al 9 de marzo, dio como fruto profundas reflexiones que hemos
considerado de valor compartirlas con la gran familia educativa.
Los apóstoles realizaron una convocación de las más
importantes (Hch. 15), porque consideraron de vital importancia el tema de
hacer extensivo el alcance de la gracia y el cumplimiento de la Gran
Comisión a los gentiles con todas sus implicaciones. Era un cambio
trascendente, el acuerdo era vital para la continuación del incipiente
movimiento del cristianismo. Al final, habiendo concretado sus reflexiones
arribaron a los enfoques pertinentes y a las conclusiones necesarias
diciendo: Pues nos pareció bien al Espíritu Santo y a
nosotros… Estamos firmemente convencidos de que una atmósfera de
seguridad similar produjo el Señor entre los participantes al finalizar la
trayectoria de intercambios de ideas que, después de estos intensos días,
produjo el serio análisis de la realidad educativa que enfrentamos en
Latinoamérica.
Ajuste de metodología
Siempre hemos afirmado que el ciclo evolutivo del
ministerio del Centro de Recursos y Asesoría incluye dos importantes
convocaciones internacionales. En los Diálogos Internacionales el cuerpo
asesor del Nivel Ministerial para el SEC se sienta a escuchar al liderazgo
latinoamericano. Los líderes representantes de los países y ministerios
internacionales afines a la formación ministerial pudieron dar un reporte
pormenorizado del estado de la educación local. Son informes que nos
permiten realizar estadísticas y observaciones de suma importancia.
Estos reportes se reciben con anticipación bajo un
formato digital basado en un formulario electrónico diseñado para tal
efecto. Mientras cada miembro participante vierte de manera verbal la
información, los moderadores del diálogo abordan al líder exponente para
obtener su versión acerca de lo que sería la “Mayor Necesidad” y el “Mayor
Logro” que a su criterio sea digno de resaltar delante del pleno de los
convocados al Diálogo. De allí pasamos a los procesos relacionados con el
intercambio de ideas que llamamos “Diálogo”. Esta es nuestra forma de
prestar atención a los “latidos del corazón” de la Obra Nacional en cada
país participante. (Véase figura del formulario usado para tal efecto).
Una vez concluido el Diálogo nos avocamos a organizar
las Cumbres Educativas, donde lideres educacionales, pastores, docentes y
otros ministerios afines proceden a escuchar por medio de los diferentes
segmentos del programa acerca de propuestas, nuevos servicios y en medio de
sus segmentos inspiracionales. Así, en parte, atendemos las inquietudes
plasmadas en el Diálogo.
El cambio se dio al añadir procesos de planeación
estratégica. Buscábamos colocarnos todos en una perspectiva regional,
global. Se trataba de ampliar nuestro horizonte de percepciones sobre lo que
tenemos en nuestras manos como gran familia y cómo entender y atender mejor
nuestras necesidades.
Manteniendo en vigencia la dinámica del Diálogo
No podemos avanzar aquí sin definir el método del
Diálogo como una forma de interrogatorio, cuya finalidad no consiste tanto
en exigir conocimientos como en producir reflexión. Su carácter constructivo
lleva a los participantes a deliberar acerca de los temas a tratar y también
sobre sus propios conceptos, evaluando su veracidad y elaborando nuevas
proposiciones. La planificación del encuentro en sí es fundamental porque
cada participante emite conceptos propios, crítica, duda y reformula,
creándose un amplio espectro de temas principales y subtemas que podrían
dificultar el logro de los objetivos sino se programa con una minuciosa
agenda. Esta dinámica tradicional se mantuvo, de lo cual son conscientes los
líderes que han participado en diálogos anteriores.
Ampliando la perspectiva relacional
El Señor nos dirigió a construir un diagrama
orientador que nos permitiera alinearnos acerca del alcance de nuestras
relaciones ministeriales ubicándonos desde un concepto local hasta concepto
“macro” o amplio (véase diagrama).
Consideramos que nuestra gestión como líderes educacionales o como “familia
educativa” no deben verse desde una perspectiva enfocada solo en una
dimensión local. Vivimos en un mundo globalizado en el cual la institución
más globalizada es la iglesia de Jesucristo, la obra de Dios, por tanto, el
Espíritu Santo nos invita a colocarnos en la cosmovisión adecuada y
pertinente a nuestra tarea formativa.
Por acuerdo del liderazgo el Servicio de Educación
Cristiana ha adquirido un compromiso más amplio, nos referimos al pueblo de
habla hispana, dondequiera que haya concentraciones de creyentes que
necesiten la acción de la formación ministerial en el mundo. Es, por lo
tanto, obligante que nuestra concepción del alcance de nuestro compromiso
trascienda fronteras, porque así está propuesto en la Gran Comisión y así
nos guía el Espíritu Santo.
En la figura adjunta le llamamos Esferas
Relacionales, por cuanto toda la tarea formativa de ministros está dirigida
a personas que son llamadas a influenciar su entorno, pero también su mundo.
El aula se convierte en foco de interés por ser la expresión mínima de las
acciones educativas pero que para nosotros es una esfera de importancia
máxima. Necesitamos conectarnos con las esferas subsecuentes por causa del
alcance y trascendencia de nuestra tarea. Los educadores conscientes no
debemos ponerle límites a la visión formativa ni a nuestro compromiso
global, que se acrecienta de manera acelerada con el paso del tiempo.
Lo relacional frente a la realidad
Nuestra gestión educativa hallará su fortaleza en las
conexiones o relaciones ampliadas. Si los procesos estratégicos utilizan
esta perspectiva, entonces nuestra planeación de la tarea tendrá relevancia.
Los elementos que dan razón a nuestra existencia, que nos definen y dirigen
nuestra filosofía son los valores fundamentales o valores institucionales.
Con ellos construimos nuestras declaraciones de Misión – Visión (véase
cuadro La Pirámide del Proceso Estratégico), trazamos nuestras metas y
objetivos -los cuales se derivan en reglamentos (políticas y
procedimientos)- y que a su vez nos llevan a la ejecución de actividades y
tareas.
Cuando se trate de la tarea de formación de ministros
y cualquier otra tarea relacionada con la gran comisión, son varios los
elementos comunes que nos unen. Nuestro cuerpo de doctrinas, nuestras
estrategias para la conquista de las naciones por la extensión del Reino. El
Plan Básico como instrumento unificador de criterios, planteando desde el
principio la filosofía educativa y los diversos métodos e instituciones
formativas, todo esto añadido a la visión nacional, con sus énfasis
específicos se ubican en la sección de “Plan Estratégico y Ejecutivo”.
El esfuerzo unificador puede hallar en las “tradiciones y costumbres
locales”, o su mayor aliado, o su obstáculo más infranqueable. Ha sido
siempre natural en el ser humano la resistencia al cambio, así sea
actualizaciones, nuevos enfoques, nuevos instrumentos, recursos o métodos y
nuevas perspectivas. En el Diálogo 2017 hemos sido desafiados a convertir
obstáculos en puentes con la ayuda del Señor y la anuencia de líderes de
visión más amplia.
Trabajando en el cambio de perspectiva
Reunidos en Panamá, el liderazgo presente asumió el
reto de caminar juntos por una visión ampliada. Esto nos permitiría
comprender mejor por medio de los aportes de todos, las necesidades,
derroteros y las conquistas o logros recientemente adquiridos.
Con esto en mente, el equipo convocado de líderes de
14 países de habla hispana y los directores o presidentes de Niveles como
Isum y Facultad y representantes de los servicios, siervos y siervas del
Señor involucrados en la formación de ministros nos avocamos a la tarea de
recibir, como es tradicional, los informes de lo acontecido en el último
periodo de trabajo. En el proceso cada uno compartió el renglón o situación
que consideraran su mayor necesidad y luego su mayor logro. Un formulario
servía de guía para este proceso, y la información fue registrada en
pantalla para unirla a la de cada país.
Una vez anotados todos los datos y exhibidos en una pantalla cada punto fue
motivo de observaciones y análisis permitiéndonos una especie de diagnóstico
regional de necesidades.
Retomando el proceso relacional
El siguiente paso fue abordar la perspectiva de los
niveles de relaciones del líder local. En un formulario se presentaron las
siguientes esferas o niveles relacionales, bajo la interrogante ¿Cómo se
relaciona el Director Nacional de Educación y su departamento con…:
• Las Iglesias locales y pastores
• Los estudiantes
• Los profesores
• Los directores de planteles
• La obra nacional o concilio
• El SEC Internacional
• Las agencias de acreditación
• Otras alianzas estratégicas
Lo que era una experiencia local, en su país, de
relaciones hacia cada uno de estos niveles o esferas, automáticamente se
elevó a la esfera regional, global, para convertirse en el siguiente
concepto: “Factores comunes de nuestra relación como equipo de liderazgo
global o internacional hacia…(las diversas esferas o niveles).”
Los participantes ya podían pensar desde una
perspectiva más amplia, lo que nos permitió hacer notables descubrimientos
(véase figura de encabezado del formulario). Un líder local de un país
determinado podía ver con claridad en que área no se habían logrado
necesarios ajustes que permiten una gestión de mayor relevancia para la
Iglesia Nacional viendo la suma de los aportes suyos más los de cada uno de
los miembros del equipo reunido durante el Dialogo 2017.
Un ejemplo de lo que se registró lo podemos ver en
este recorte del formulario en el que todos pudieron trabajar.
La experiencia regional, “factores comunes”, arrojó
un tipo de perfil, de lo que está ocurriendo en la actualidad en
Latinoamérica. Quizás un líder nacional no veía el cumplimiento de alguna de
estas características en su esfera local, pero recibió informaciones o
impresiones que le invitaron a revisar su factibilidad o efectividad. Se
destaca aquí, como ejemplo, la característica No. 3, “integrar a los
pastores”. Es un factor clave para incrementar la influencia de la Dirección
de Educación Cristiana hacia los llamados, desde que se comienzan a
desarrollar como líderes en su iglesia local. Un factor clave en la
influencia de la Dirección de Educación Cristiana hacia los llamados desde
que se comienzan a desarrollar como líderes en su iglesia local son Los
Pastores. Se ve la necesidad de un acercamiento que permita crear puentes
que faciliten el llamado desde la iglesia local y una promoción eficaz para
brindar la mejor alternativa de preparación para el ministerio.
La influencia educativa en la promoción de
credenciales
Se notó que, en algunos países, la Dirección Nacional
de Educación puede ejercer una influencia importante a la hora de evaluar el
perfil de un ministro a quien se le quiere promover sus credenciales. En la
mayoría de nuestros países se considera como muy importante el nivel de
grado académico alcanzado en su formación ministerial. El equipo presente se
mostró interesado dar un vistazo a los requisitos que se piden en nuestros
países para la aprobación de los diferentes niveles de credenciales
ministeriales. Un cuadro con esta información “somera” nos ayudó a tener una
valiosa apreciación sobre aspectos que son requisitos como: tipo de
formación como obrero en iglesia local, bautismo en el Espíritu Santo, tener
llamado al ministerio, años experiencia ministerial, grado de formación
académica ministerial, etc. Por su alto valor, se propuso como una meta
importante tener este cuadro con información más oficial, específica y
actualizada.
La experiencia regional, vista en el cuadro “factores
comunes”, arrojó un tipo de perfil de lo que está ocurriendo en la
actualidad en Latinoamérica. Ya podemos imaginar la valiosa información que
se genera al abordar la realidad de Latinoamérica, información que nos llevó
a la siguiente etapa del Diálogo.
De la información unificada al diagnóstico
La evolución en la metodología del Diálogo 2017 hizo
casi “forzoso” arribar a un diagnóstico trabajando en lograr una información
consolidada. Bien nos enseñan las escrituras la necesidad de prepararnos en
base a lo que esté más cerca de la realidad antes de emprender una tarea de
construcción como lo es la formación de ministros pues construimos en el
carácter y en las vivencias de las personas:
Si alguno de vosotros
quiere construir una torre, ¿acaso no se sentará primero a calcular los
gastos y ver si tiene dinero para terminarla? No sea que, una vez puestos
los cimientos, si no puede terminarla, todos los que lo vean comiencen a
burlarse de él, diciendo: ‘Este hombre empezó a construir, pero no pudo
terminar (Luc 14:28-30).
Con tan grandes desafíos es la hora de planear bien
aquello a lo cual nos está designando el Señor identificamos los aspectos
del FODA como Fortalezas en las cuales nos apoyamos, Puntos débiles que nos
desafían a superarlos, Oportunidades del entorno educativo que debemos
aprovechar y Amenazas a enfrentar. Creemos de importancia destacar las
coincidencias en casi todos los aspectos del Foda.
Fortalezas
Reconocemos con gran satisfacción el alto lugar a
donde el Espíritu Santo nos ha llevado, ocupando una posición ejemplar de
desarrollo de la tarea educativa en comparación con otras regiones del
mundo. La relación crecimiento de la obra, con la apertura y el énfasis en
la formación de los ministros es algo de lo cual nuestras asambleas deben
sentirse altamente satisfechos. Es entonces nuestro gran desafío el sostener
este avance y buscar los más elevados estándares para mantenernos
competitivos y trabajar con mayor excelencia, pues el crecimiento
exponencial de la población y los nuevos y enormes retos de ese desarrollo
nos llaman a vigilar de cerca nuestras fortalezas.
Fortalezas como el Plan Básico con su contenido
actualizado y de alta calidad captan nuestra atención. La unidad
continental, la unificación de criterios y otros elementos importantes son
parte de esa fortaleza. Todos estos nos hablan de interrelación,
conectarnos, nos hablan del criterio de vernos como un equipo, como una
familia. Veinticuatro factores de fortaleza nos dan la convicción y ánimo
para un trabajo de alcance continental y mundial.
Debilidades
La obra educativa local es afectada por diversidad de
tendencias positivas y negativas. Igualmente, cada iglesia local debe
preparar a su congregación para afrontar los cambios, entender el
pensamiento actual y ver si nos mantenemos relevantes. Si superamos las
debilidades, otra vez impactamos con nuestro mensaje de salvación,
reconciliación y restauración del hombre. Aquí se destaca la “falta de
continuidad en el liderazgo” y la consiguiente dificultad de lograr una
visión nacional” (véase cuadro de Puntos Débiles). Observamos el surgimiento
de nuevos líderes que van fortaleciendo la obra nacional. Pero estos cambios
pueden detener la relación y la continuidad de procesos. Nos afecta
igualmente una débil conexión con el pastorado. Se hace necesario esa
construcción, desde la Iglesia Local, de ese perfil de obrero local equipado
para iniciar su camino a su formación ministerial en el seminario o
instituto bíblico.
Oportunidades
Aquí destacamos la relación de oportunidad 2. y 3. de
nuestra figura. La relación de nuevas iniciativas misionales que se enfocan
en la extensión del reino en lugares “no alcanzados”. El perfil del obrero
sembrador de Iglesias debe ser nuestra prioridad, por cuanto también lo es
la movilización misionera y la plantación de iglesias. De allí la
preocupación de abrir espacios de especialización ministerial y hacerlos
accesibles por medio de los seminarios o institutos bíblicos.
Amenazas
Las Sagradas Escrituras nos prometen que “ningún arma
forjada contra nosotros prosperará” (Isaías 54:17), pero no se nos asegura
que seremos inmunes a los fenómenos del desarrollo de la sociedad que
atentan contra el avance de su obra. Destacamos aquí el avance de la
educación secular con sus demandas y filosofías además las prácticas y
enseñanzas derivados del neo pentecostalismo. Será de alta prioridad para
nosotros la preservación de la sana doctrina y la conservación de nuestras
raíces pentecostales. Es un constante y creciente desafío Orientar a los
ministros y hacer defensa contra prácticas, mensajes y conductas que riñen
contra los principios bíblicos.
Nuestros valores
El análisis Foda nos llevó a reconsiderar los valores
sobre los cuales está fundamentado nuestro movimiento. Hablamos de los
fundamentos, los elementos que nos distinguen, que nos desafían. Ellos
conforman nuestro ADN, son nuestra marca, dirigen nuestra filosofía y son
los componentes de toda evaluación de nuestras actuaciones. Son bíblicos,
son esenciales, no negociables, no sufrirán alteración, no se acomodarán a
los tiempos y serán enseñados a las generaciones emergentes.
Fase final: Conclusiones
En este punto, la visión se ha ampliado, el horizonte
extendido, lo que nos permite tomar mejores decisiones, en base a una
cosmovisión amplia de la tarea que tenemos por delante. Pensamos en términos
de “nosotros”-nivel macro- sin que se pierda la conciencia de nuestras
necesidades locales. Tenemos en nuestro poder instrumentos muy valiosos de
referencia. Revisamos nuestros recursos y potencialidades. Fortaleceremos
esas áreas que se destacan y que nos inspiran.
La “torre” que queremos seguir construyendo (Lucas
14) requiere meditar sobre lo que tenemos para seguir con nuestro
ministerio. La “multitud de consejeros” ha rendido su fruto. Estudiaremos
las amenazas para encontrar caminos para convertirlas en oportunidades.
Todos los puntos de enfoque requerirán estrategias, tareas a cumplir, metas
que alcanzar, trabajos a realizar. Los líderes comprometidos con la
formación ministerial hallarán en nosotros, como comisión de asesoría, un
aliado incondicional para caminar juntos hacia la realización de sueños y el
logro de altos objetivos. Podemos decir como al principio: “Pues nos pareció
bien al Espíritu Santo y a nosotros…”
Ahora, el diálogo se ajusta para transferir las
conclusiones a la Comisión de Asesoría del Nivel Ministerial. Los miembros
del equipo se acercarán lo más posible a ejecuciones ministeriales.
Llevaremos nuestra influencia a los niveles ejecutivos necesarios.
Llegaremos al punto de las recomendaciones y de plantear desde el Servicio
de Educación Cristiana, la asesoría efectiva, los correctivos, las nuevas
propuestas.
Se ejecutarán las actividades por medio de nuestras
convocaciones utilizando los medios y recursos disponibles. Nos hemos
acercado lo suficiente al corazón de la educación cristiana en
Latinoamérica. Los líderes comprometidos con la formación ministerial
hallarán en la comisión de asesoría, un aliado para caminar juntos hacia la
realización de sueños y el logro de altos objetivos. Hasta aquí nos ayudó el
Señor de la Mies. Sea su nombre glorificado.
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