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Los Métodos Participativos

Por Jorge Echazábal

La relación profesor – adultos debe ser de compañerismo, colaboración, mutuo respeto y sobre todo de aprovechamiento de las experiencias y conocimientos que los participantes tienen.  Para lograr este propósito se recomienda el empleo de los procesos y métodos participativos.  Creemos firmemente que, como afirmara Malcolm Knowles, “nuestros recursos principales para el aprendizaje son las vivencias, no los maestros”, los adultos presentan una realidad que no se somete a metodologías, ni esquemas preconcebidos.  Ellos tienen algo para decir y compartir en todo el proceso y eso puede llegar a ser nuestro mejor recurso.

El valor del interés.  Reconocemos el importante valor que tiene el grado de interés que puedan demostrar nuestros estudiantes para el aprovechamiento de sus estudios.  Es un factor determinante para proporcionar un ambiente participativo, ya sea, por ejemplo, para la reflexión (Teología) o la práctica (Homilética o Métodos de Estudio).

La aplicación de métodos andragógicos.  Los métodos y técnicas de la formación andragógica están encaminados a proceder de la manera más adecuada con nuestros estudiantes.  La selección de un método depende de las condiciones y de las limitaciones que éste impone al educador y al proceso en si mismo.   Un mismo método puede o no ser adecuado en relación con un programa o curso corriente.  Su uso puede variar.

Características de los métodos participativos.  Una de las características de los métodos andragógicos es que permiten la participación.

1. Más allá de los conocimientos, el aprendizaje se traduce en desarrollo de habilidades y destrezas y en cambios de actitudes y conductas.

2. Se crea una especie de comunión de aprendizaje entre los estudiantes.  Es una dinámica de dar y recibir en la cual se viven procesos como experimentar, compartir, interpretar, generalizar y aplicar.  Para permitir el intercambio favorable el número de unidades será reducido.

3. El profesor abandona la función de presentador de temas para ocupar la de facilitador, animador, o coordinador.  Será un colega que asiste y ayuda en una búsqueda común.  La dirección se da en base a los intereses de los participantes, en el “aquí y ahora”.

4. La formación funciona, no como una enseñanza académica, magistral, intelectualista, sino como un aprendizaje vivencial, activo, participativo y práctico.